Educar para la igualdad
En la Declaración Universal de los Derechos Humanos aparecen las palabras igual e igualdad en varias ocasiones. en el preámbulo de la Declaración: Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.
El argumento principal del autor gira en torno a la idea: ''Educar para la igualdad entendiendo la educación para la diversidad y evitando la exclusión''. Sánchez Huete, j. c. (2016): Educar para la igualdad. En la Calle, Revista sobre situaciones de Riesgo Social, 33, 11-15.
Es interesante adentrarnos en este concepto de la diversidad con ciertas historias para reflexionar sobre ella: Diversidad animal; Diversidad de razas; Igualdad entre sexos.
''Educar para la igualdad entendiendo la educación para la diversidad y evitando la exclusión''
Vivimos en un mundo donde, cada día, observamos como la convivencia se realiza con personas de todo tipo de cultura, religión, creencias, lenguas, etc. Y, no por eso son diferentes a los demás, sino que sus usos y costumbres son distintos.
... la educación inclusiva demand criterios sobre igualdad, justicia y equidad. Todo alumno en potencia es destinatario, pero especialmente aquellas personas y colectivos que se exponen a mayores riesgos de ser excluidos y quedar privados del sagrado derecho a la educación (UNESCO, 2010).
Su verdadero desafío supone un trabajo que parte del reconocimiento a la diversidad humana, a la singularidad de cada individuo y su pertenencia a una cultura. En materia de formación, quizás los Derechos Humanos sean una asignatura pendiente de los sistemas educativos, pero no solamente de ellos, pues hay otros ámbitos donde se deben inculcar y trabajar. Por eso la inclusión educativa va de la mano de la inclusión social, con discursos y políticas sociales que ayuden a comprender y afrontar las realidades y que contribuyan a garantizar los derechos de la ciudadanía.
CONCLUSIONES
Todos debemos contar con los mismos derechos y las mismas obligaciones, pero entendiendo que si no somos iguales porque nuestra genética (por naturaleza), nuestra inclusión social (por nacimiento) y nuestras posibilidades en la vida (por circunstancias y oportunidades) nos hacen de una manera, entonces nuestro destino y la forma de ser percibidos por los demás estará marcado por la desigualdad.
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